Bertha
Querida Anorexia: no tengo palabras para agradecerte por todo los aprendizajes que has puesto en mi camino. Al principio no lo podía ver así, te veía como una rivalidad, a la que quería vencer siempre; quería ser mucho más delgada que tú, quería ser más bonita que tú, quería verme mejor que tú, quería llamar más la atención que tú y quería ser más perfecta que tú. Pero en lugar de lograr todo eso, logré lo contrario, verme cansada, sin brillo, tan desganada que nadie lograba verme, me fui aislando poco a poco hasta que mi vida en lugar de ser “perfecta “ , era un verdadero martirio.
Ahora puedo ver lo increíble que eres, entiendo que me pusiste todos estos retos en mi vida, para darme cuenta la grandiosa persona que soy, sabías que si no pasaba por todo este camino, nunca iba a desarrollar todas las habilidades que tengo hoy en día.
Gracias a ti, aparecieron personas magníficas en mi camino que me han hecho ver que no me valoran por mi físico, si no por las cualidades que tengo; gracias a ti he podido darme cuenta que mi cuerpo es simplemente eso, un cuerpo al que debo cuidar y respetar por las maravillas que es capaz de hacer por mi. Es increíble que ahora me puedo mostrar vulnerable y está bien, puedo identificar mis emociones y eso también está excelente; sé que no estoy sola y que hay muchas personas que de corazón me valoran tal cuál soy, sin tener que aparentar otra cosa.
Eres la mejor amiga qué alguien puede tener, por que sin ti, nunca me hubiera dado cuenta de todo lo que soy capaz de hacer, que soy más fuerte de lo que pienso y que gracias a todos esos obstáculos que he ido superando, ahora soy otra persona totalmente diferente, una mujer llena de ganas de vivir y ayudar al mundo entero.
Llevo 2 años en recuperación de un TCA y cada día estoy más segura de que la recuperación completa si es posible, a pesar de tener 12 años de cronicidad. En realidad a sido un año muy pesado para la mayoría de las personas debido a la situación por la que estamos pasando, pero para una persona que vive con una enfermedad mental, como lo es tener un trastorno de la conducta alimentaria, creo que aún es más pesado; la rutina se fue, se perdió un poco de la estructura y te tienes que enfrentar a tener comida las 24 horas del día, pero a pesar de todo esto, considero que lo he hecho muy bien y como siempre me dice mi Dra favorita soy una guerrera en tiempos de pandemia. Este año tuve momentos muy difíciles, varias recaídas, momentos en que ya no quería luchar y quería regresar a lo que la enfermedad me decía, pero lo importante es que nunca baje la guardia, no falte a ninguna cita de mi tratamiento y eso me ayudaba a volver a retomar el camino por el que tanto estoy luchando, por la recuperación completa. Desde el primer día de mi tratamiento me comprometí tanto, que incluso yo sola me preparaba mis alimentos con todas las cantidades que me tocaban, que claro para mi enfermedad eran excesivas, pero para la realidad era lo que mi cuerpo necesitaba. Era muy difícil saber que ahora, por haber dejado de comer, tenía qué comer más cantidades que una persona común y corriente. A pesar de ver los cambios tan marcados que estaba teniendo mi cuerpo, seguÍa retándome y comiendo mis porciones completas, pues así la enfermedad se desnutre, mientras yo me nutro. Sabia que estaba ganando peso, pero quise cambiar ese concepto y ahora digo que en lugar de “engordar”, recupere lo que la enfermedad me quito.
Cuando te dicen que un cerebro desnutrido no piensa o percibe las cosas de la misma manera que un cerebro nutrido, es totalmente cierto, antes mis pensamiento eran como si estuvieran en una jaula miniatura chocando unos con otros y todos relacionados a la comida, el ejercicio y mi físico. Ahora no puedo decir que no tengo ese tipo de pensamientos, pero al menos ya se mueven con más flexibilidad y mi día no gira al 100% en torno a qué, cuánto y a qué hora voy a comer, o si eso que voy a comer va a tener un impacto positivo/negativo en mi físico.
Cuando te dicen que tu cuerpo va a tener cambios importantes durante la realimentación, pero que con el tiempo todo se va a acomodar, también puedo decir que lo viví y que es totalmente cierto. Pero ¿Cómo quería tener un cuerpo “estético”, si lo había maltratado por tanto tiempo?. Yo digo que es como volver a nacer y tu cuerpo pasa por todas las etapas de la vida, desde ser un recién nacido, hasta llegar a la etapa en la que me encuentro hoy con un cuerpo digno de una mujer saludable. Cada día que pasa me siento más cómoda en mi cuerpo, cada día que pasa respeto mas a mi cuerpo, cada día empiezo ver a mi cuerpo como lo que es : UN CUERPO que me permite estar en el aquí y ahora, pero lo más importante es que es un cuerpo sano y funcional, sin importar cuantas imperfecciones pueda tener.
Todo esto que he logrado al día de hoy, no hubiera sido posible si no hubiera tenido el apoyo de personas muy importantes en mi vida desde el día uno, como Karen, Maggy, Ale, el mejor psicólogo del mundo Ernesto, la Dra Eva, Mariana, todo el equipo de CDN, mi familia y amigos.
Lo que les puedo decir a cualquier persona que está pasando por esto, es que solo respiren, cierren los ojos y déjense guiar por los expertos, el camino no es fácil y no se disfruta, pero valdrá la pena vivirlo con tal de saber que van a retomar su vida y les puedo asegurar que mejorada.
Cuando yo empecé con el TCA, se sabía muy poco sobre estos temas y las implicaciones clínicas que tenía, si no hubiera sido por las investigaciones probablemente no hubiera tenido acceso a un tratamiento tan completo como el que fui afortunada de obtener. Considero que es de suma importancia seguir investigando cada día más sobre estas enfermedades y cual es la evidencia más reciente para actualizar los tratamientos y obtener mejores resultados en la recuperación completa.