Escrito por: Linda Ramos y Paulina González
Este mes de diciembre queremos platicarte sobre un fenómeno que se refuerza especialmente en estas fechas. Un tipo de conversación, que por más “simple” que parezca, puede llegar a tener grandes repercusiones en nuestra vida. Hoy queremos platicarte sobre el fat talk. Y claro, compartirte algunas herramientas que te ayudarán a cambiar la conversación.
El fat talk involucra aquellos comentarios, actitudes y críticas que refuerzan los ideales de delgadez como sinónimo de belleza. Esto abarca desde la celebración por la pérdida de peso, la crítica directa hacia otros cuerpos e incluso hacia el nuestro, así como comentarios alusivos a la alimentación de alguna persona desde la culpa. Algunos ejemplos son: “¿Bajaste de peso? ¡Te ves increíble!”; “¿Vas a comerte todo eso?”; “Parezco una vaca…”; y dichos tan comunes como “Me fui como gorda en tobogán”.
Un porcentaje importante de nuestras conversaciones, especialmente entre mujeres, giran en torno al peso, la alimentación y la apariencia física. Esto tiene graves consecuencias como la insatisfacción corporal, la inseguridad, menor confianza en uno mismo, y menor aceptación de la imagen corporal. Es por eso que es tan importante ponerle un alto a esta conversación. Frenar el fat talk nos puede ayudar a mejorar la relación que tenemos con nuestro cuerpo.
Pero, ¿cómo podemos frenar el fat talk? El primer paso es informarnos sobre el tema, lo cual ¡ya estás haciendo!. Al ya conocer el concepto, el siguiente paso es empezar a cambiar la conversación. También es importante empezar a resaltar cualidades más allá del cuerpo de otras personas y del nuestro. Así como tomar conciencia, trabajar en nuestro diálogo interno y seguir aprendiendo todos los días.
Otras maneras para frenar el fat talk es a través del activismo corporal. El activismo involucra acciones concretas en nuestros espacios diarios para empezar a sembrar el cambio. Una de nuestras actividades favoritas es la del “Tarro de fat talk”, en donde por cada frase de fat talk que alguien diga, esa persona debería de colocar $10 en el tarro.
También podemos hacer activismo muy sencillo con “Post-its con cumplidos”, los cuales consisten en simplemente escribir cumplidos positivos o neutros en post-its y colocarlos alrededor de nuestro entorno.
Algo más elaborado puede ser colocar letreros con frases como “aquí no hacemos fat talk” alrededor de nuestra casa, escuela u oficina. Los pines también son una buena idea, ya que podemos colocarnos pines con frases como “no se habla del cuerpo de otras personas”.
Esto es ideal para el entorno ideal. No importa el activismo corporal que decidas hacer, todos van a tener un gran impacto en el mundo que nos rodea.
Por último, recuerda que todos somos más que un número. El fat talk pareciera querer encasillarnos en una narrativa en donde nunca nada es suficiente. Pero, conforme vamos adentrándonos en el activismo corporal, descubrimos que todos los cuerpos son igual de valiosos. El cambio empieza con uno mismo, así que te invitamos a que el día de hoy frenes cualquier auto-crítica y veas el maravilloso cambio que sucede de adentro hacia afuera.
¿Estás listo para cambiar la conversación?